Rio de Janeiro


O único final feliz para uma história de amor é um acidente

Publicado el 10 de febrero de 2014 por JP Cuenca en lenguajes invitados.

 

 

Não posso vê‐la esta noite

Tenho que desistir

Então vou comer fugu

Yosa Buson (1716‐83)

 

 

1.

Antes do sr. Atsuo Okuda abrir a caixa, tudo estava escuro.

Mais que isso: não havia nada para ser iluminado antes do sr. Okuda abrir a caixa. Se o sr. Okuda nunca houvesse aberto a caixa, nada existiria. O mundo só começou a partir do momento em que o sr. Okuda abriu a caixa e disse a palavra. Ele disse: Yoshiko.

E Yoshiko ficou sendo o meu nome.

Depois que o sr. Okuda disse Yoshiko, eu ganhei, além de um nome, muitos começos e um fim. Eu começo na ponta dos meus dedos, nos fios dos meus cabelos, na planta dos meus pés, nos bicos dos meus peitos, na pele que cobre o vazio que há no meu corpo e em toda a … Leer más »



El único final feliz para una historia de amor es un accidente (fragmento)

Publicado el 10 de febrero de 2014 por Elizabeth Lowe, JP Cuenca y Martin Caamaño en Ficción.

 

J.P. Cuenca
Intro y traducción por Martín Caamaño

“A través de los idiomas vamos aprendiendo algo de nosotros mismos, de nuestra ansiedad gratuita, melancólica y vana”, escribió el cronista brasileño Rubem Braga. Aprendí portugués de oídas. En la casa de mi padre, que se fue a vivir a Río de Janeiro en el 87. Ahí me embebí del idioma de los locales –su mujer, sus amigos, la empleada doméstica- pero sobre todo de su portugués parco. Un portugués exento de esa musicalidad tan característica; sin teatralidad, sin dulzura. Un portugués sin sotaque. Es sabido que cuando habitamos de verdad una lengua no necesitamos andar traduciéndola mentalmente sino más bien todo lo contrario: la asimilamos con naturalidad e inconsciencia, sin estar obligados a contrastarla todo el tiempo con la lengua natal. Al leer El único final feliz para una historia de … Leer más »



Daniela Lima

Publicado el 20 de noviembre de 2013 por Daniela Lima y Leah Leone en Poesía, Tongue Ties.

traducción de Lucas Mertehikian

Diario de Viena

Un muchacho carga un balde con agua. El peso parece reducido por la creencia de que el árbol seco reviviría si fuese mojado todos los días. El fin de la historia es menos importante que la imagen de la persistencia –y de la fe. No consigo imaginar mayor estupidez que la de tener fe, especialmente frente a los hechos consumados. El árbol está muerto. Tengo la sensación de que la muerte se apropia de todo, como si recuperara algo que siempre fue suyo.

No es posible detener los procesos que se instalan en el organismo después de la muerte. El cuerpo deja de ser cuerpo después de la muerte. La muerte toma los espacios más profundos y más íntimos. Es la oscuridad completa, el silencio, el cuerpo que continúa sin seguir, después de la … Leer más »






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